La realidad es que no puedo dejar de sorprenderme ante el momento, la generación o el siglo (llámenlo como quieran) que estoy viviendo.
Estamos ante una auténtica pandemia de odio y violencia.
La sociedad - y permítanme que me refiera a la española, que la conozco mejor- está sucia, contaminada; infectada de gritos, maltratos, insultos y desprecio.
¿Dónde radica tanta crueldad?... Ya no sé qué hay de genética y qué de ambiental en todo ello.
Ignacio García-Valiño, en su obra Querido Caín, trata de indagar acerca del origen del mal y su influencia sobre las personas. Parece decantarse finalmente porque se trata, en ciertos casos, de una condición inherente al ser humano. Niños con perversidad vocacional, auténticos verdugos.
Sea lo que fuere, la objetividad habla por sí sola. Y hoy son profesores y maestros los que se sienten amenazados y agredidos. Médicos insultados. Comerciantes asaltados. Empresarios secuestrados. Mujeres asesinadas. Padres, hijos, ancianos maltratados. Escolares acosados y acosadores...
En nuestras aulas se gestan pequeños terroristas al amparo de sus progenitores. Demasiados derechos y escasas obligaciones.
Y ante esta ola de desgracia y calamidad, se me ocurre pensar que no estamos más que ante nuestra propia extinción... ¿Imaginan?. "La especie humana se extermina a sí misma". ¡¡Buen titular de periódico!!
La realidad es que, con tanto progreso y avance tecnológico, nuestra especie ha abandonado al ser social y colectivo de antaño. El hombre se vuelve contra sí y ataca.
Pierde el respeto y la empatía; la preocupación y cuidado hacia sus semejantes.
El ser humano es, hoy, una criatura obstinada y egoísta. Presa de miedos y amenazas.
Cuando todo debiera ser comodidad y bienestar, el hombre se desarrolla en un ambiente que considera hostil.
Comer o ser comido... ¡¡A ver cómo nos la ingeniamos los individuos más dóciles para sobrevivir a este caos!!
Bueno, creo que la sociedad ha hecho bien los deberes en pos del "autoexterminio". Yo no le echaría la culpa de esto (que sí de otras cosas) al progreso y al avance tecnológico, pues esto ya viene de lejos ("homo homine lupus").
ResponderEliminarSí que sé que en este momento estamos en una crisis más grande que la económica, una crisis de valores, donde el futbolista, la tía de gran hermano o el famosete que vive del cuento son modelos a seguir entre nuestros jóvenes. Ya ninguno quieren ser Marie Curie, Ramones y Cajales, Shakespeares o ¿por qué no? Padres de familia. Cuanto más dinero, más fama y más fiesta por hacer menos, mejor, y eso, deriva en que todo a nuestro alrededor se va pudriendo poco a poco.
Habrá que hacer algo...
Muy de acuerdo contigo, Alfo!! No quiero que se interprete que el desarrollo tecnico-científico es el culpable de esta situación. Considero que es el mal uso que se hace de los nuevos avances el que nos perjudica en gran parte.
ResponderEliminarNo sé qué está ocurriendo en el mundo, pero el caso es que ocurre :s