Así es. Cualquier momento debiera ser
oportuno para detenerse y reflexionar.
No obstante, quizá sea hoy -el último día
del año- el que nos ofrezca esa ocasión para hacer recuerdo de lo que ha sido y
soñar con lo que será.
A mí me sucede. Y la única preocupación
que encuentro en este momento es no saber si hallaré el modo y la
capacidad para expresar y transmitir toda mi gratitud por este año que nos
deja.
Un 2014 de profundos cambios, nuevas
experiencias y multitudinarias despedidas. De mudanzas, festejos, idas y
venidas… Un año de amistades, viajes, inolvidables conciertos, trabajo en equipo. De nuevas llegadas
al mundo y tristes partidas.
Gracias Murcia, por formarme y acogerme
durante los 5 mejores años de mi vida. Gracias Bolivia, por enseñarme,
descubrirme y mostrarme otras realidades, por modelarme como persona y ser mi
casa estos últimos meses. Gracias Ballart,
por tu desinteresada amistad, por todo lo que hemos vivido, reído y compartido.
Gracias Granada -mi gran familia- por el recibimiento y la espera; por el calor
del hogar, la entrega y la unidad. Gracias a ti, Dani, por tu inmenso cariño
y desbordante ternura, por cada instante contigo; por ser parte de mi vida y
acompañarme en el camino. Y gracias a todos y cada uno de vosotros que, de algún modo, habéis hecho posible el transcurso de este 2014.
Ahora, un sólo deseo para el Nuevo Año
que comienza. Que el 2015 sea generoso en trabajo, salud y prosperidad. ¡Que
sigamos compartiendo vida y emociones!
Brindemos por la felicidad, el amor, la
esperanza… Por las gratas sorpresas que están por llegar y todos esos sueños e ilusiones por cumplir; por los encuentros y reencuentros. Por la certeza de que comienza y nos aguarda una nueva aventura...
¡¡Feliz Año Nuevo!!