Vuelvo a llorar. A reír.
A pasar noches en vela; tardes dialogando.
Vuelvo a sorprenderme. A compartir.
A desnudar emociones y desengaños.
Vuelvo a pintar de azul el cielo. A imaginar el mañana perfecto.
Vuelven las llamadas. Tu voz.
Las promesas incumplidas. Nuestros sueños divididos.
Vuelven las preguntas sin respuesta. Las frágiles despedidas.
Vuelves. Siempre ceñido de incertidumbre y misterio.
Espontáneo, divertido. Con sonrisas y proyectos.
Vuelves con mil oportunidades tras cada tropiezo.
Vuelves. Vuelvo.