miércoles, 15 de julio de 2009

Tormenta de Verano

Hoy amanecí en el silencio de la noche.
A través de un empañado cristal observo el fino goteo que emana del cielo.
Despierto sosegada, tranquila. Con la certeza de habernos visto de nuevo. Segura de haber compartido un entretenido diálogo, de ésos que no dicen nada y en los que se siente todo.
Escapo de la ensoñación y descubro que ha sido eso, un sueño. Un sueño en el que te encuentro, hablamos, reímos. Trato de conciliarlo de nuevo.

Rompe el día.
La lluvia refresca el ambiente. El olor a tierra mojada reconforta el espíritu, y los sentidos.

Retomo mi rutina, como cada día. Y en el quehacer de lo cotidiano te descubro. Hacía tiempo que venía echándote de menos.
Me acerco y sonrío. Mi boca enmudece y sólo murmura latidos.
No hay palabras. Sólo una convergencia de miradas. Sólo eso. Miradas.