viernes, 27 de abril de 2012

De aquéllo que importa

En ocasiones, la vida te enfrenta a determinadas circunstancias que te hacen re-descubrir la importancia de las cosas. Es entonces cuando te das cuenta de que aquel roce en el coche, el mismo que te tuvo un par de noches en vela y más de una mañana descentrada de tu quehacer laboral, pasa a ser una auténtica nimiedad.
Afortunadamente, mi trabajo me ofrece en este sentido un continuo contacto con la dicotomía vida-muerte. Una oportunidad de reflexión constante acerca de la trascendencia de todo cuanto vivimos.


En este sentido, no puede ser fácil para una familia perder a un miembro de tan sólo 21 años como consecuencia de una hemorragia cerebral causada por una malformación arterio-venosa. Como tampoco debe resultar sencillo para un médico solicitar en este estado la donación de los órganos del paciente y, más aún, enfrentarse a la negativa familiar. Y es que, en esta ocasión, una muerte podría haber concedido múltiples vidas...
Así mismo, nunca te acostumbrarás al dolor ajeno; aunque aprendas a sobrellevarlo. Ni -por supuesto- dejará de impresionarte la noticia sobre el óbito premeditado de un conocido.


Vivir de manera intensa y entusiasta es cuanto nos queda. Aprendamos a valorar nuestro día a día; y a nosotros mismos como parte indispensable de este mundo.

sábado, 14 de abril de 2012

Nuevos Horizontes

De nuevo frente al cambio. Ese inseparable aliado que se niega a abandonarme.
Con cada una de sus llegadas resurgen la incertidumbre y la reticencia. La desgana por dejar la seguridad de mi conocido entorno y la motivación de profundizar en una nueva experiencia.

Ésta no iba a ser menos. Y es que ya desde por la mañana temprano, tener que coger el coche supone una ruptura con mi anterior rutina. La sensación de libertad y autonomía me envuelve desde que amanece. 

Mi comienzo fue desde el primer momento considerado y cordial. Allí, en medio de aquel edificio mastodóntico  -centro de referencia de gran parte de nuestra región-, llegué tímidamente; con la cautela de quien cree encontrarse en tierras hostiles. Un desconocido mundo se abría ante mí. 

Apenas son necesarios unos días para percibir que en medio del caos hay manos que acompañan y protegen; que el anonimato invita a sincerarse y sostener conversaciones llenas de esencia y afecto; que hay quienes, igual que tú, luchan por "sobrevivir" en un ambiente extraño y encuentran en las palabras alivio y consuelo.
Es el mismo tiempo que inviertes en aprender a valorar tu ámbito, tus recursos, tu pequeño universo.