martes, 28 de noviembre de 2017

Tren de Vida

¡Qué hermosa la vida, aunque a veces duela!
Tan interesante, mágica, inesperada...
Qué desconcertante a ratos. Como si aún no fuese capaz de entender la realidad de este viaje.
Y es que, en ocasiones, inmersos en este ajetreo, se olvida que no es el destino, sino el trayecto el que es preciso disfrutar.

¡Cuán apasionante este tren de la vida! Rebosante de sorpresas, oportunidades y casualidades.
Cómo agradecer este último año que se despide, con todas esas personas que se subieron al vagón.
Infinitas gracias al 2017, por todos los que -de una manera u otra- me acompañaron (me acompañan) en el itinerario de estos meses. Por toda esa gente que conocí y sigue sumando. Gracias también por los que compartieron su momento y se apearon en otra estación.

Agradecimientos por tantas conversaciones virtuales. Por los chistes fáciles, las fotos y vídeos enviados por wasap. Por las notas de audio. Por tanta cercanía, estando tan lejos.
Gracias a este año por permitirme conocer tanta gente y tan diversa. Por el desarrollo de mi vida profesional rodeada de compañeros que me hacen sentir estimada y cuidada. Por las nuevas amistades; y por la inmensa felicidad de los reencuentros con viejos amigos.

Qué maravilloso recorrido el de este 2017, que me ha hecho conocer otras disciplinas, me ha acercado a la meditación y el autoconocimiento, y me ha permitido aprender a vivir desde el presente; en el aquí y ahora.

Gracias por los paseos estivales, las excursiones perrunas y las vacaciones a pie de playa. Por los paseos por Granada, redescubriéndola.
Por esas visitas en mis turnos de guardia, ofreciéndome un respiro dentro de la rutina; ¡tanto me reconfortan!.

Gracias por los que quedan, y los que se han ido. Por entender la muerte como parte de este viaje.
Agradecer incluso los problemas de salud, que te acercan al padecimiento ajeno y ayudan a entenderlo y compartirlo.

Gracias familia, por ser soporte, ejemplo y fortaleza.  Por darme la fortuna de ver crecer a una pequeña que es puro amor y vida; que llena de luz cada espacio que habita.
Cómo no agradecer a Kenya, mi fiel compañera de viaje, mi apoyo y compañía de cada día.

Gracias a todos, los de ahora, por ser parte de esta aventura; aún estando en el mismo u otro vagón. Gracias por ser, estar y sumar.