domingo, 27 de julio de 2014

De pedacitos

Arrancó el motor y conectó la música; esa misma que le acompañaría en cada uno de sus viajes. 
Del gran arsenal de canciones que poseía, la reproducción se inició con la que probablemente mejor definiría su ser y sentir. Atrás dejaba una ciudad que la había hecho crecer, vibrar... la había conformado como persona.
Adentro, en su pecho, se agolpaban sentimientos de agradecimiento y añoranza. Afuera, sobre el parabrisas, comenzaban a caer aquellas delicadas gotas de lluvia. 
El cielo, en aquel momento, también lloraba su partida.