miércoles, 4 de febrero de 2009

¡Con la crisis hemos topado!



A pesar de mis pocas "entendederas" en el ámbito de la Economía, creo que los números -también hay quien los manipula- son suficientemente objetivos como para hacerme reflexionar sobre la magnitud del problema.
El mes de Enero cierra con casi 200.000 parados más. Y las previsiones (como sean tan fiables como las meteorológicas, apañados vamos) apuestan por alcanzar los 4.000.000 de desempleados antes de la llegada de la primavera. Pero para ZP las cifras no son lo importante: "El problema no es tanto el número de desempleados, sino la oportunidad que va a haber para decenas de miles de desempleados de tener un empleo nuevo en unos pocos meses".

El Gobierno del "Pleno Empleo" se está dando de bruces, y no parece tener muy claro cómo sacarnos de ésta. El Presidente nos insta a la confianza, al buen estado de ánimo (¿quién dijo que yo ando triste?), al compromiso. "Saldremos de ésta". Por supuesto, como se sale de todo (A Dios gracias).
Es un gran orador, sí señor, de eso no hay duda. Hablar en abstracto puede convencer, pero no aporta soluciones.

Y entre tanto mare mágnum, el principal partido de la oposición también en crisis; ¡¡¡no podían ser menos!!! Esta situación roza lo esperpéntico. Tanto espionaje y batallita de acusaciones parece más propio de una comedia. No está mal como entretenimiento. Al menos, me hace reír.

Ante esta dramática situación, muchos abogan por la necesidad de crear un pacto entre partidos. Hacer propuestas y plantear soluciones en común que nos ayuden a superar lo antes posible las circunstancias en que nos encontramos. Yo me planteo la pertinencia de este planteamiento. Mientras no se tome conciencia de que el problema lo tenemos los españolitos (independientemente de la crisis mundial, que también está ahí), pocas aportaciones válidas se pueden hacer al respecto. Hay quien sigue buscando el chivo expiatorio de nuestros males. La pelota está en muchos tejados...
Y de crisis hablamos, y en crisis estamos. La Enseñanza tampoco podía quedarse al margen de esto. Comenzamos con el Plan Bolonia - que sobrevuela nuestras cabezas de cuando en cuando- y terminamos con EpC (Educación para la Ciudadanía), una asignatura a debate entre la obligatoriedad de su enseñanza y el derecho a la objeción. ¿Formación o adoctrinamiento?, he ahí la cuestión.

La moral también se resiente y, ¿por qué no?, se apunta a la crisis. Derecho al aborto, a la eutanasia, a la apostasía... ¡¡Las buenas relaciones entre Iglesia y Estado me desbordan!!. Por un lado se me pide confianza, que al fin y al cabo es esperanza, o sea, tener fe. Por otra parte, se impone un estado no tanto laico como irreligioso -perfecto, cada cual con sus creencias-. Pero si no creo en nada, ¿qué espero? ¿en qué confío?...

Para Sánchez Dragó, "estamos ante el colosal hundimiento de todo un sistema político, cultural, económico, social, espiritual y filosófico"

Quizá todo esto nos sea necesario para entender, de una vez por todas, la vulnerabilidad de nuestras economías, la corrupción de nuestros políticos, la incapacidad de este mundo para soportar las desigualdades.

Señoras y señores, canten, rían, beban. Pero procuren no entrar en crisis personal; no en estos momentos.

4 comentarios:

  1. La primera vez que te leo y veo que empiezas fuerte. Animo con tu blog.

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  2. La próxima vez si quieres nos echamos una charlita política. Pero con cerveza delante, que si no uno se deprime ;). Por cierto te he enlazado yo también desde mi blog.

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  3. Pues yo quiero estar delante en esa charlita... ^^ Parece que esta niña aterriza con fuerza en el mundo después de tantos meses de clausura...

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  4. ¡Eh! Que la economía es un estado de ánimo, ok?

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