miércoles, 1 de abril de 2009

Los tiempos que corren

Tanto radicalismo me aterra. Las posturas se extreman cada vez más, y me es imposible tomar parte por ninguna de ellas.

Son muchas las voces que se alzan; y en ese alboroto de quejas y clamores se pierde el sentido y la cabeza.

Defensores y detractores nos invitan a asistir a una confrontación que parece estar pactada de antemano para eludir críticas razonadas y meditadas.
Los enfrentamientos partidistas desvían la atención y confunden a los ciudadanos. Cada cual se ocupa de defender sus propios intereses.

La sociedad española hace tiempo que perdió la capacidad de análisis y juicio personal.

¿Acaso es tan difícil llegar, de forma civilizada, a un acuerdo –concilio o acercamiento de pareceres-?. ¿Tan imposible es escuchar, de manera sosegada, puntos de vista, maneras de pensar o formas de entender distintas a la propia?.

Ni unos ni otros poseen la verdad absoluta. Ni unos ni otros tienen potestad para establecer como norma sus soluciones ante los problemas que crecen y nos preocupan.

Todo tiene sus matices. Tan absurdo es oponerse como defender una idea sin admisión de observaciones. Tan necio es la generalización de situaciones puntuales como pretender establecer un juicio como dogma de fe.

Falta información, apoyo y educación (en padres y en hijos). Escasea el diálogo, el entendimiento y la empatía.

Sólo desde el respeto y la tolerancia es posible que todas las voces sean escuchadas, valoradas y tomadas en consideración.
Sólo desde el razonamiento y la comprensión puede iniciarse un camino que procure soluciones aptas y aceptables para todos. 

1 comentario:

  1. Bueno, yo en algunos puntos sí que creo que puedo tomar parte por alguna postura (aunque he de admitir que en ocasiones es "la menos mala"). En otras, desgraciadamente, me sitúo en tierra de nadie.

    En lo que sí estoy de acuerdo contigo es en lo que "falta capacidad de análisis y juicio". Hace mucho tiempo que una gran masa de españoles (entre los que espero no encontrarme), hizo suya la voz de su amo. Y con "amo" no me refiero sólo a PSOE/PP (o póngase aquí cualquier partido favorito), sino Gabilondos, Federicos, Pedrojotas, Polancos,... O sin ir más lejos, Realmadriles y Barcelonas (que a veces parece que lo único que interesa en este país es eso que llaman "deporte profesional" ["derroche" sería más adecuado]). ¿Somos nosotros contando nuestra propia visión de los hechos, o simplemente un triste eco distorsionado de lo que hemos decidido hacer como "nuestra opinión"?

    No sólo falta educación, información y empatía. Hace falta menos egoísmo a la hora de actuar en sociedad. Mirar menos el ombligo propio y pensar en un "bien común" (y con esto no me refiero a algo tan pequeño como "región" o "país", sino algo más grande como "el bien de todos"). Mirar a ese "bien de todos" quizás sería un primer paso para que se abrieran los oídos y los ojos de todos. ¡Ojo! Y te habla alguien que tiene su postura muy clara (y tal vez muy inamovible) en algunos temas! Tal vez todavía nos quede mucho por escuchar, por leer, por reflexionar, o por pensar.

    Efectivamente, nos queda mucho por pensar. Gracias por darme con este post la oportunidad de hacerlo esta tarde :).

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