viernes, 26 de noviembre de 2010

"El lugar no importa, la luna es imprescindible"


Cuando parecía dibujarse un atisbo de raciocinio en la mentalidad eclesial acerca del polémico tema sobre el uso del preservativo, el portavoz de la Conferencia Episcopal -Juan Antonio Martínez Camino- se ha adelantado a aclarar que el testimonio del Papa no constituye justificación alguna para la utilización de dicho método anticonceptivo.

Benedicto XVI, en su nuevo libro Luz del Mundo publicado el pasado 23 de Noviembre, sorprende a la prensa al considerar el uso del preservativo en ciertos casos. La noticia supuso para muchos un intento de apertura a la tradicional condena que Roma mantiene hacia quienes usan condón.

Pero no todo podía ser tan perfecto. En una rueda de prensa ofrecida esta mañana, Martínez Camino se ha aventurado a desmentir las palabras del Sumo Pontífice, acreditando que tales declaraciones no suponen ninguna modificación en la doctrina de la iglesia, y subrayando que su uso ocurre siempre en un "contexto de inmoralidad".

Todo esto transcurre en vísperas del Día Mundial de lucha contra el SIDA, que se celebrará el próximo día 1 de Diciembre.


Para quienes trabajan en el terreno con las víctimas de esta pandemia, el preservativo constituye un arma de prevención fundamental contra la transmisión del VIH.

Es una necedad condenar una práctica cuya privación genera consecuencias letales; y causa de indignación que tales testimonios procedan de personas que permanecen ajenas a una realidad carente de justicia social y derechos humanos.

2 comentarios:

  1. Qué flaco favor a la Iglesia y a las personas hacen personajes como éste.

    Por culpa de este tipo de personajes que se escudan en la religión y en la moralidad, muchos no creemos en la institución católica como tal, y otros tantos que si creen, enferman cada año por esta enfermedad.

    Indignante.

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  2. Ena, a ver si esta vez consigo que te lleguen mis mensajes. Opino que hay que ser "más papistas que el Papa" para exponer esa idiotez. Lo que ocurre es que quienes hablan de esa forma son intolerantes, fanáticos y muy parecidos a los que antaño condenaban en el Santo Tribunal de la Inquisición. A por ellos! Que no triunfe la necedad! Muchísimos besos.

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