sábado, 14 de abril de 2012

Nuevos Horizontes

De nuevo frente al cambio. Ese inseparable aliado que se niega a abandonarme.
Con cada una de sus llegadas resurgen la incertidumbre y la reticencia. La desgana por dejar la seguridad de mi conocido entorno y la motivación de profundizar en una nueva experiencia.

Ésta no iba a ser menos. Y es que ya desde por la mañana temprano, tener que coger el coche supone una ruptura con mi anterior rutina. La sensación de libertad y autonomía me envuelve desde que amanece. 

Mi comienzo fue desde el primer momento considerado y cordial. Allí, en medio de aquel edificio mastodóntico  -centro de referencia de gran parte de nuestra región-, llegué tímidamente; con la cautela de quien cree encontrarse en tierras hostiles. Un desconocido mundo se abría ante mí. 

Apenas son necesarios unos días para percibir que en medio del caos hay manos que acompañan y protegen; que el anonimato invita a sincerarse y sostener conversaciones llenas de esencia y afecto; que hay quienes, igual que tú, luchan por "sobrevivir" en un ambiente extraño y encuentran en las palabras alivio y consuelo.
Es el mismo tiempo que inviertes en aprender a valorar tu ámbito, tus recursos, tu pequeño universo.



1 comentario:

  1. Elena, todos los cambios son muy necesarios para ir poniendo a prueba nuestra capacidad de adaptación diaria y, al mismoo tiempo , nos ayudan a madurar en nuestra vida. Mucha suerte y un beso.

    ResponderEliminar