viernes, 23 de octubre de 2009

Cuarto y Mitad

Jamás pensé que pudiera haber alguien que soñara con ser casuario -casuaria en su caso-. Un ave solitaria, cuya existencia a veces sólo conoces si te detienes a ver algún documental del National Geographic. Para gustos, colores.
Tampoco imaginé que podría coincidir con una persona con la que tener tanta afinidad... Empiezo a creer que, verdaderamente, el nombre imprime carácter. Elena: "Aquélla que brilla o resplandece".

Las siestas en el "gran sofá", ese guardián de nuestros secretos, sueños y "desdichas"; risas, deseos y fantasías.
Nuestro particular home cinema, que tanto disfrutamos.
Una mirada, un solo gesto. Nos lo decimos todo.
Sin duda, supone una grata compañía en momentos de declive emocional. Alguien con quien volver a casa cuando la fiesta no ha hecho más que comenzar (malditas guardias!!).
De sus despistes aprendo a ser más cautelosa. Y nos reímos, porque ambas sabemos que ella es así ,y no va a cambiar -ni pretendemos que lo haga!!-.

Veinticinco años cumple mi pequeña, seis de los cuales hemos compartido entre apuntes, tapas y la marcha granadina.
Así, si más, también ella alcanza los cinco lustros, a pesar de que se vanaglorie de alcanzar el medio Siglo. Tal es su ingenuidad.

¡¡Muchas Felicidades, Ele!! Por tu inestimable amistad. Por convertir estos meses en un auténtico ejemplo de convivencia y armonía. Porque siempre es una satisfacción regresar a casa y saber que, al otro lado de la puerta, hay alguien esperando.


¡¡Que los disfrutes!!

1 comentario:

  1. Ohhhhhhhhhhhh!!!!me dare por aludida...jeje!!!Muchas gracias, eleee!!Unas palabras inolvidables, un regalo precioso!!!
    Que decir...que espero seguir compartiendo contigo tantos momentos, confidencias, despistes??Y lo bien que te lo pasas,jej!!un besote!!;P

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