miércoles, 4 de marzo de 2009

Crónicas de un viaje (II)


In London’s City

La ciudad de Londres se nos presentó encapotada y fría. Para ser nuestro primer día de visita, ya andábamos (ahora éramos 12 en el equipo) un poco fatigados.
La noche apenas nos sirvió de descanso. El agotamiento del viaje y la espera intranquila de la llegada de parte del grupo hicieron que dormitásemos más que disfrutar de un profundo y revitalizante sueño.
Ahora Londres nos daba su bienvenida ante unos ojos agotados pero ávidos de contemplar, admirar y descubrir.
Nuestro plan de aquel día incluyó free tour capitaneado por una venezolana que explicaba e interpretaba cada parte del recorrido como si formara parte de una de esas telenovelas de sobremesa. Nos guió hacia la Torre de Londres, el Tower Bridge, el London Bridge, el puente del Milenio, la Catedral de St. Pauls, la Iglesia de los Caballeros Templarios, el Banco de Londres e infinidad de homenajes a víctimas y héroes de las "hazañas" británicas.
El momento del almuerzo no tuvo desperdicio. Comenzando por la mítica frase “it’s OK!!” (by David... que más tarde se haría célebre), y continuando por una copiosa comida (all you can eat!!) en Pizza Hut; apenas si quedamos con fuerzas para adentrarnos en el Soho y su entorno.
El café de un Starbucks en pleno Piccadilly Circus, acompañado de risas y fotos, amenizó parte de la tarde.
En Londres oscurece temprano, y con la puesta de sol la atmósfera se refresca. Afortunadamente, aquella jornada nos brindó una apacible mirada, sin lluvias ni gélidas temperaturas.
Pero nuestros cuerpos precisaban reposo.
Y así, tras una reconfortante ducha –de esas que queman y sonrojan la piel-, decidí poner fin a mi primer día en Londres.
Necesitaba una tregua; y ciertamente aquella noche me la ofreció.

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