jueves, 29 de octubre de 2009

Vicisitudes



Acostumbrada a ser simplista y poco trascendental, empezaba a percibir que se había sumergido en un derroche de ilusiones y sinsentidos. De un tiempo a esta parte, advertía que no le salían los cálculos. Había malgastado demasiado tiempo tratando de comprender el por qué de las cosas; de dar explicación a aquéllo que sólo ella sentía.
Había dejado de creer en la construcción del propio destino y opinaba, por contra, que todos transitan por un rumbo ya trazado.
Poco o nada podía hacer por cambiar los acontecimientos si nadie le acompañaba en su empeño.

Se reprochó sus fantasías y ensoñaciones. Entusiasmarse una vez tras otra... tantas veces...
Maldijo su capacidad de amar, de intuir y de esperar. De poco le había servido.
Y anheló volver a aquellos años en que, alegre y jovial, era militante del relativismo y la despreocupación. Hacerse mayor empezaba a resultar aburrido. Atrás quedó el tiempo de las
promesas, los pactos y juramentos. Ser adulto no daba oportunidad a la improvisación. Nadie arriesgaba.

Era en momentos como éste cuando ella prefería cerrar los ojos. Imaginaba. Cultivaba el pensamiento. Y se dejaba llevar por sus sueños más profundos.
De esta manera encontraba su refugio.
Así, al menos, podía sentirse dueña de la realidad que siempre había deseado.

martes, 27 de octubre de 2009

... Y por todo lo demás

Un mes de alquiler de piso: 550 €
Billete de autobús Murcia-Granada: 19'93 €
Doce meses de gimnasio -Promoción Gym Dori's-: 200 €
Un Kg de tomates de ensalada: 1'50 €
Diecisiete horas de guardia: 187 €
Concierto del mes en La Tertulia: 6 €

El agradecimiento de un paciente en forma de beso o abrazo: No tiene precio.

Hay cosas que el dinero no puede comprar...


viernes, 23 de octubre de 2009

Cuarto y Mitad

Jamás pensé que pudiera haber alguien que soñara con ser casuario -casuaria en su caso-. Un ave solitaria, cuya existencia a veces sólo conoces si te detienes a ver algún documental del National Geographic. Para gustos, colores.
Tampoco imaginé que podría coincidir con una persona con la que tener tanta afinidad... Empiezo a creer que, verdaderamente, el nombre imprime carácter. Elena: "Aquélla que brilla o resplandece".

Las siestas en el "gran sofá", ese guardián de nuestros secretos, sueños y "desdichas"; risas, deseos y fantasías.
Nuestro particular home cinema, que tanto disfrutamos.
Una mirada, un solo gesto. Nos lo decimos todo.
Sin duda, supone una grata compañía en momentos de declive emocional. Alguien con quien volver a casa cuando la fiesta no ha hecho más que comenzar (malditas guardias!!).
De sus despistes aprendo a ser más cautelosa. Y nos reímos, porque ambas sabemos que ella es así ,y no va a cambiar -ni pretendemos que lo haga!!-.

Veinticinco años cumple mi pequeña, seis de los cuales hemos compartido entre apuntes, tapas y la marcha granadina.
Así, si más, también ella alcanza los cinco lustros, a pesar de que se vanaglorie de alcanzar el medio Siglo. Tal es su ingenuidad.

¡¡Muchas Felicidades, Ele!! Por tu inestimable amistad. Por convertir estos meses en un auténtico ejemplo de convivencia y armonía. Porque siempre es una satisfacción regresar a casa y saber que, al otro lado de la puerta, hay alguien esperando.


¡¡Que los disfrutes!!